En la década de los años 90, los amantes del baloncesto en Barranquilla conocieron la gloria y se acostumbraron al triunfo con Caimanes, el equipo que, en ese entonces, representaba a la ciudad en la denominada Copa Costeñita, de la Liga de Baloncesto Profesional de Colombia (LBP). Tres campeonatos conseguidos, el primero en 1995, tres años después de haber sido lanzada la liga, y dos consecutivos, en 1997 y 1998, ratificaron el buen nivel de la pelota naranja en la capital del Atlántico.
Sin embargo, pese a esa racha de ensueño, el equipo reptil dejó de participar en la LBP desde el año 2003, lo que marcó el inicio del rezago por el que comenzó a pasar este deporte que aglutinaba masas en el tradicional coliseo Elías Chegwin, de la calle 72.